Helicópteros en Matalascañas

Estuvieron dando vueltas por nuestro cielo, atronándolo por la gran potencia de sus motores. Algo estaban buscando. Tendrían permiso, digo yo. La bandera de las barras y estrellas era muy visible.

Se posaron en la explanada cerca de mi casa. De cada uno bajaban  doce marines. Pero sin pretenderlo me acordé de los chaparritos vietnamitas que los tuvieron en Umbrete con la ruta de Ho Chi Minh. Hasta que inventaron el Napalm y la deforestación de la jungla.

A lo que iba:¿Qué hacían por estos lares? Venían todos los días de la base de Morón de la Frontera. 

Los vimos posados cerca de Torre Carbonero. Levantaron el vuelo asustando a los halcones. Bordeando la costa hasta entrar en el inglesillo. Dos vueltas y se fueron definitivamente.

¿Qué estaban buscando?¿ Lo habían encontrado?

Me acordé de las construcciones especiales. Tal vez era un bunker o refugio antinuclear. Se les habría olvidado comunicarlo a la OTAN. Porque de OTAN resultó ser que sí.

Por eso pasan allí aislados los presidentes con sus familiares.Y no conviene que merodeen por allí los pescadores deportivos y vean cosas y luego critiquen como comadres. 

Un periodista de investigación intentó hacer fotografias. No lo dejaron. Decía que de cada mata salía un picoleto de Edelweiss (no me creo la mitad). 

¿Que hay un refugio o similar? Sí ¿Que los pinos no son de verdad? Sí ¿Debajo de la arena? Sí, ¿y qué?

Según es obligatorio, periódicamente, la comida y bebida hay que  destruir y sustituir. Error. Algunas conservas se han vendido. Daba lástima destruirlas.

Tal vez una razón más para no dejarnos pasar a los “buanaminos” ¡Cachis! Podíamos comprarlas nosotros.